El rincón del director


Día Mundial de la Radio
Compartimos aquí la reflexión que hicimos con ese fin, que, de manera algo resumida, hemos grabado en un audio que se está emitiendo en esas emisoras:
La radio que queremos debe ser capaz de empatizar con el corazón del hombre, de escuchar sus preguntas, anhelos, gozos y sufrimientos, y de comunicar con lenguaje sencillo y testimonial, razones para la alegría y la esperanza. Una radio consciente de que todas las personas necesitan sentirse queridas y acompañadas en sus heridas y soledades, a la vez que iluminadas en el sentido de sus vidas. Creemos que verdad y amor no se excluyen, y que la renuncia a buscar la objetividad es enemiga de la auténtica comunicación.
Por eso, queremos una radio que, libre de cualquier condicionamiento político o económico, esté abierta a toda la realidad, sin prejuicios ideológicos, y destaque en ella sus elementos positivos de verdad, bondad y belleza; no porque cerremos los ojos ante el mal, sino porque creemos que debemos ver el sufrimiento y la negatividad en una perspectiva más amplia, donde la razón última de las cosas es positiva.
Seguimos creyendo en el valor insustituible de la palabra, a la que la imagen y las nuevas tecnologías no anulan, sino que se potencian mutuamente y llegan así a ámbitos cada vez más universales, pudiendo generar una comunidad reconciliada y pacífica.
Si estos son
nuestros deseos para toda radio, aquellas que tenemos además una
inspiración cristiana somos deudoras ante el hombre de la comunicación
de una Esperanza basada en la Buena Noticia por excelencia: hace 2000
años la Palabra se hizo carne, y nos sigue acompañando en la insaciable
búsqueda de la felicidad que nos constituye a todos los hombres.
Pidamos
a la Virgen, en la que se encarnó esa Esperanza y cuya advocación de
Lourdes celebramos este mes de febrero, que nos ayude a conducir a los
hombres al "hospital de campaña" en la que Ella quiere curar nuestras
heridas.
